Los calzones de la abuela están de moda

Usualmente calificados como ‘matapasiones’ o ‘calzón de abuela’, los modelos de tiro alto habían sido relegados a una función exclusivamente modeladora. Pero las últimas pasarelas le devolvieron el glamour que gozaron en los años 50. Las propuestas de primavera 2016 lo llevaron bajo sutiles y femeninas transparencias, totalmente a la vista, como una especie de short. Así al menos lo reflejaron firmas como Burberry, Balmain, Isabel Marant y Dolce & Gabbana, y lo reafirmaron varias celebridades en eventos y alfombras rojas; no es casualidad que Beyoncé, Taylor Swift y Kim Kardashian hayan -literalmente- mostrado los calzones en sus outfits.

¿Por qué volver ‘a lo grande’? La comodidad parece ser la principal razón. “El confort que se logra con un calzón alto es inigualable al resto, la altura se puede adecuar al tipo de cuerpo y gusto de cada una”, opina la asesora de imagen y creadora de Comomevisto.cl, Afife Docmac. Además, aunque no es en sí misma una prenda modeladora, contiene bastante, sobre todo en la zona abdominal, lo que contribuye a mantener los rollitos bajo control. Otro de los atributos de este modelo es que favorece distintos tipos de cuerpo. “Con las nuevas tecnologías hay telas delgaditas que tienen una gran capacidad de compresión y que siguen sintiéndose como una segunda piel, no se marcan nada y modelan un cuerpo que podría tener más volumen. También le puede dar forma a una figura más delgada; por ejemplo, una chica que se pone una tanga, por más delgadita que sea, en la parte de abajo siempre está el riesgo de generar una marca o un relieve, en contraste con el calzón entero que cubre todo”, comenta Afife.

Las telas con que se fabrican los calzones de tiro alto por lo general son lycra, microfibra o algodón. Los modelos actuales agregan transparencias y encajes para realzar la femineidad de la prenda. Aunque se trata de modelos grandes, las marcas insisten en el rebaje en la pierna, y las nuevas tecnologías y telas aportan una terminación invisible. “La tecnología láser ayuda a que no se marque la línea del calzón, este parece cortado con una tijera, con orillas tan suaves y delicadas que lo dejan imperceptibles en la ropa exterior”, explica Carolina Bowen, product manager de Maidenform. “Los elásticos, si bien se siguen trayendo (en este calce), son cada vez de mejor calidad y buscan una demarcación mejor. La tecnología de los calzones altos ha sufrido mejoras, ¡son ideales! sobre todo para usar con vestidos”, complementa Karen Ojeda, product manager de Cotys.

Una nueva sensualidad

Aunque los calzones grandes han tenido mala fama, hay que aceptar que hace algunas temporadas las tangas y colaless vienen en baja. El New York Times lo constató en mayo del año pasado, ya que según un estudio realizado por NPD Group, las ventas de estas prendas disminuyeron un 7% en Estados Unidos, mientras que los brief panties (más grande que un bikini), boyshorts (similar a un calzoncillo) y calzones de cintura alta crecieron un 17%.

En Chile, por el momento las prendas más pequeñas parecen mantener su liderazgo. En Cotys, por ejemplo, el modelo preferido por las clientas son las pantaletas. “En esta temporada de invierno solo el 6% de las ventas en tienda corresponden a los modelos a la cintura (mismo porcentaje de verano), mientras que un 44% han sido de pantaletas y un 22% de colaless (en verano, un 53% y un 24%, respectivamente)”, detalla Karen Ojeda, product manager de la marca.

Un cambio más notorio es que la edad de las consumidoras ha disminuido y mujeres más jóvenes se han atrevido con este modelo ‘vintage’. “Vemos un público mucho más joven preguntando por este producto, y lo mismo se ve reflejado en las ventas. Lo que ha rejuvenecido esta prenda es la tecnología para desarrollarla; si bien el modelo se mantiene, se aplican telas diferentes, capacidad de compresión y terminaciones muy distintas que lo convierten en una prenda muy cómoda y sentadora”, dice Carolina Bowen.

Descubrir una forma diferente de coquetería en esta pieza también ha sido un plus para el ascenso del calzón cincuentero. Se busca verse estilizada y femenina. “La mujer que busca este modelo se podría definir en dos tipos, aquella que lo compra por confort o comodidad y la que lo sigue por tendencia, por ser una prenda que está en boga… la (concepción) de sensualidad también está más enfocada a insinuar en vez de mostrar”, comenta Bowen. “Es un poco el fenómeno del traje de baño, que en el caso del de una pieza ya no se ve como de mamá. Hay muchas mujeres jóvenes que logran un look tan fashion con esta pieza como con el mejor bikini. Evidentemente las adolescentes no van a optar por un calzón más grande, pero mujeres de 25 o de 30 hacia arriba sí. Cuando ves la forma que hace y la comodidad que entrega es un proceso que yo diría no tiene vuelta atrás”, agrega Afife.

Cómo lo uso

Afife Docmac considera muy importante saber que “la ropa interior se elige de acuerdo con la ropa exterior que voy a usar”. Por lo tanto, este modelo de calzón no es apto para todas las tenidas. La asesora de imagen recomienda recurrir a esta prenda cuando se usan vestidos y faldas, y es más cautelosa con respecto a los pantalones. “En las telas modernas que son más delgadas y prefiriendo un color neutro como el nude, sirve para la gran mayoría de tenidas, pero si tengo un pantalón blanco, quizás la mejor opción sea un calzón más rebajado o una pantaleta”, sugiere.

De colaless a ‘cola completa’

Empoderada por la investigación de este artículo quise probar cuál era el revuelo por un calzón que he rechazado siempre, y en un arranque de curiosidad fui a la tienda Maidenform a probarme algunas piezas. En mis 32 años, creo que la última vez que usé un calzón ‘grande’ era una niña; la verdad es que el colaless y el culotte son mis favoritos, me resultan muy cómodos y me gusta como se me ve la cola. Aunque soy delgada, tengo piernas gruesas y caderas anchas, así que partí con desconfianza. Probarse estos modelos en un espejo 3D no fue fácil, los de talla S me quedaban perfectos de cintura y (muy) apretados del trasero, y los M bien en esa zona pero grandes en la cintura. Me probé dos; el primero, un calzón modelador con corte láser, sin elásticos y con una tela tan delgadita que parecía una segunda piel. Luego intenté con uno que era estilo pin up, realmente lindo, arriba del ombligo y con un print de flores negras muy femenino y hasta sexi. Ese me hizo sufrir un poco, tenía costuras reforzadas y comprimía un montón la zona del abdomen; hasta ahí bien, pero en las piernas me quedó FATAL. La celulitis se me apareció en HD así que lo descarté inmediatamente. Me llevé el primero, un modelo ‘light control’ en color negro y luego de usarlo un par de veces mis conclusiones son las siguientes: hay que decir que es increíblemente cómodo, tanto que es como andar sin nada. No es feo, admito que tiene su encanto. No aprieta, pero da un leve soporte a la zona del vientre que se agradece. A pesar de ser un calzón grande no es tan terrible, y como cubre toda la zona de los glúteos, no se marca. En cuanto a los contras, no es un modelo que destaque mi figura. Al contrario, sentí que potenciaba mis defectos. Se enfatizaba ‘el pantalón de montar’ y me entristeció ver que me aplanaba bastante la retaguardia. Como potona asumida y feliz, me di cuenta de que este modelo no es para todos los cuerpos. Siento que beneficia mejor a contexturas más anchas de cintura y angostas hacia las caderas, también me parece que es una prenda diseñada fundamentalmente para ser usada con faldas y vestidos, el pantalón no se ve favorecido. ¿Lo seguiré usando? Sí, pero con vestidos acampanados. ¿Me compraría otro? No, descubrí que mi relación con los colaless y pantaletas es inquebrantable.

#MODA #MujerTotal